Cada vez que se emprenden caminos
de viaje, sea cual sea el motivo, este nos trae enseñanzas que dejamos pasar
puede que no en su forma, pero sí en su fondo. Este espacio que comenzaré a
narrar desde hoy busca dejar para mi vida un registro de esos detalles que en
cada instante nutren mi viaje, bien llamado vacaciones, y le dan un nuevo
aspecto y/o generan nuevos aprendizajes en mi vida.
Embarqué hacía el viejo
continente con las expectativas y las ganas a flor de piel, muchos dicen que en
la vida no hay que esperar nada pero previo a este viaje la posibilidad de que
no se presentara era de 70 contra 30 en una escala de 100 y por eso y mucho más
se confirma que las casualidades no son tal y que por alguna razón yo debo
estar en los lugares que voy a estar y conocer, compartir y nutrir mi vida con
la gente que voy a estar.
Lo primero que
quiero eliminar en este descanso es el celular. Nada de Rooming Internacional
ni nada que me permita sentir su sonido, ni contestar un chat del Blackberry,
ni leer el correo del trabajo. Primera regla entonces: cero celular.
Lo segundo que
quiero tener muy presente es hacer conciencia de todo. Somos tan humanos como
particulares pero algo que nos es muy difícil es dejar de ser tan autómatas en
nuestros movimientos y por un momento permitirnos sentir y ser conscientes de
todo lo que hacemos.
Disfrutar la
toalla caliente en el avión, comer despacio incluso en el avión, ser feliz a la
hora de hacer la siesta mientras vamos de un trayecto a otro, son de esas cosas
que ya empecé a hacer en este viaje.
Hablar con la
gente es también enriquecedor. En apenas 2 trayectos de mis 11 destinos no se
alcanzan a imaginar lo que he aprendido con solo eso, hablar con la gente.
Adriana en Paris y Julieta en Bruselas me han mostrado sus puntos de vista
sobre todo, conocer lo que pasa en estas ciudades y cómo vive su gente,
entender su propio mundo y llenarse de conocimiento gracias a los demás será
otro tema indispensable en este recorrido.
Po último y no
menos importante tiene que ver con la historia. Cada ladrillo, cada espacio,
cada rincón de una ciudad tiene su propia historia, entender lo que vivió este
hemisferio, con sus guerras destructoras encima y con sus líderes será tan
apasionante como llamativo.
Escribo esto
apenas en 4 días de 24… comenzamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario