jueves, 8 de enero de 2015

A la mierda el fanatismo



Siempre he pensado que el fanatismo, ese ciego, que no deja ver más allá, que no entiende de respeto ni mucho menos de tolerancia, es extremadamente dañino. 

La Real Academia la lengua española define fanatismo como: tenaz preocupación, apasionamiento del fanático. Esa preocupación me queda mí y seguramente a muchos después de lo que pasó en Francia, cuando tres hombres invocando su fanatismo y la defensa, a toda costa, de sus creencias abrieron fuego a sangre fría y mataron a diestra y siniestra.

Eso es aberrante, aterrador, angustiante e incomprensible. Eso y todo lo que genera el fanatismo, no es sino que miremos a nuestro alrededor y veamos todo tipo de expresión negativa que deja, en las relaciones humanas, el fanatismo exacerbado.