El anochecer en verano
Noche en la Gran Plaza de Bruselaa |
Somos ecuatoriales, somos latinos, y eso tiene unas ventajas
particulares. Para otros podrán ser desventajas, pero sin darle la razón a
nadie si debo manifestar mi punto de vista sobre esta tierra tan minúscula al
lado de los demás planetas y que en sus movimientos de rotación y traslación,
nos da a todos y cada uno en el planeta, una experiencia diferente en cuanto a
los tiempos de luz y oscuridad.
El hecho de permanecer en un
lugar en donde amanezca a las 5 de la mañana y oscurezca a eso de las 10 de la
noche, en definitiva, lo mueve a uno de una manera especial. En mi corta estadía en tierras europeas no he
tenido sueño en la tarde (cosa que me sucede en Colombia muy a menudo); al ver
la claridad del día el reloj se convierte en pieza fundamental, pueden ser las
8 de la noche y el sol está con su mayor brillo; son las 8 de la noche y dan
ganas de salir, cuando está oscuro a las 8 de la noche a mi no me provoca sino
descansar, parece pensamiento de abuela pero así es; hay que dormir con
cortinas que tapen bien la luz, a quien le moleste creo que no será agradable
dormir a las 9 de la noche con luz de día en su cuarto; ver la luna y el sol
compartir espacio en el firmamento lo hemos visto todos, pero no a las 12 del
día, por lo menos nunca fui consciente de ello, y confieso q es una de las imágenes
más bellas que he visto
En este observar el cielo, ya en
una noche oscura, me correspondió ver la luna acercándose a lo que llamamos
Luna Llena. Quien estaba conmigo me preguntó la diferencia entre esta luna y la
que veo a diario en Colombia, yo la vi igual. Cuál sería mi sorpresa con la
explicación de una de mis anfitrionas que me hizo caer en cuenta de que la
“llenada” de la luna en nuestro hemisferio es de abajo hacia arriba, mientras
que en este es de arriba hacia abajo. Detalles, detalles que parecen
insignificantes pero que resultan además de hermosos, bien interesantes.
El otro lado de la moneda es
cuando estos países están en invierno, ahí si pasa todo lo contrario y su vida
está concentrada ya no en el exceso de luz, sino en la cantidad extrema de
oscuridad. Me cuentan, quienes viven en este continente, que amanece entre las
7 y las 8 de la mañana y oscurece antes de las 6 de la tarde. Para ellos, un
tiempo frio, oscuro y sórdido, que pocos disfrutan por los días tan grises y
que a muchos molesta.
En todo caso, oscuridad o luz, lo
vivido en este espacio es también muy simbólico en mi experiencia viajera. Como
si la luz quisiera darme una lección: somos tan rutinarios en los países
ecuatoriales que se nos olvida que existe la posibilidad de que la luz y la
oscuridad no se den siempre en tiempos precisos, y si llevamos esto a un
espacio menos terrenal, en cualquier momento de nuestras vidas habrá más luz
que oscuridad y viceversa y debemos tratar de aprender a manejarlo, así no
estemos acostumbrados.
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